La raza Latxa que a la vista parece que tienen la lana un poco alborotada se conocen así por este mismo motivo. ¿Qué conoces sobre ellas?
La palabra Latxa proviene del vasco y significa “basta”. Se denomina así a la raza latxa por lo gruesa y fuerte que es su lana. Además, podemos decir que este tipo de ovejas son de las más primitivas de nuestro país.
Se distribuyen principalmente por Navarra, Guipúzcoa, Vizcaya y Álava, aunque en zonas muy concretas.
Se adaptan perfectamente a los terrenos abruptos y se caracterizan porque tienen una gran agilidad de movimientos, así como un carácter totalmente de montaña.
¿Cómo viven este tipo de ovejas?
Las ovejas de raza latxa pastan durante todo el año en zonas templadas, lo que hace que se produzca una trashumancia de un periodo corto de tiempo. Esto es así ya que el rebaño, durante la etapa de producción, se encuentra en las zonas bajas de la montaña, para subir a lo alto en los meses de más calor.
Su alimentación se basa en forraje, es decir, directamente del pasto en el campo, salvo en épocas de alta necesidad. Es en estas épocas cuando su alimento se ve complementado con piensos y concentrados.
La oveja Latxa es principalmente lechera. Se ordeña entre cinco y seis meses, y la leche que se obtiene se utiliza principalmente, para la fabricación del queso DO Idiazábal, y al DO Roncal.
Pero no solo la leche tiene un valor especial en este tipo de ovejas, sino que también produce un vellón de lana tosco. Para las ovejas es un gran aliado ya que lo que hace es que resistan mejor a la lluvia. Este tipo de lana se seca rápidamente y evita que la oveja laxta tenga frío.
Desde el punto de vista de la utilidad de este tipo de lana, tradicionalmente ha sido utilizada para la fabricación de colchones. En la época actual son diferentes los usos que le otorgamos, pues una gran cantidad de esta lana es exportada y con ella se elaboran alfombras, tapices etc.
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